Las empresas en la actualidad deben orientar sus esfuerzos a la innovación y al aprovechamiento de la tecnología para obtener mejores resultados. De esta manera vemos cómo ha cambiado el esquema de innovación de uno espontáneo que surgía de las necesidades del día a día a uno intencional, dónde se toma una visión integral para realizar planes y ejecutarlos a manera de apoyar el desarrollo empresarial.
La innovación está estrechamente ligada a la competitividad, cómo lo afirma el Programa Especial de Ciencia y Tecnología, dado que mientras más innoven y aprovechen las herramientas tecnológicas, más preparadas estarán para enfrentar los retos de la globalización, ser más eficientes y por lo tanto poder ofrecer empleos mejor remunerados, creando empresas de base tecnológica.
La parte de investigación y desarrollo es vital para lograr innovación, por lo tanto debe pensar invertirse en capacitación y formación de las personas, así como en servicios tecnológicos adecuados que permitan realizar las cosas de una mejor forma, haciendo más con menos.
Sin embargo debemos tener claro que innovación no es igual a competitividad, y que está última se mide en el entorno en el que interactúa la empresa además de que es una variable multifactorial, determinada por factores cómo: formación empresarial, habilidades administrativas, laborales y productivas, gestión, innovación y desarrollo tecnológico. Aunque todos estos factores son los que incrementan la competitividad de las empresas, podemos afirmar que el eje transversal de todos ellos es la innovación, puesto que puede afectar o agregar valor a las demás variables.
Es importante hacer notar que la forma de innovación está muy relacionada con la industria, haciendo dos grandes divisiones, primero las que reflejan su innovación a través de la “modernización tecnológica” y después las que reflejan su innovación a través de nuevos productos y/o servicios, pero que además se sirven de mejores maneras de hacer las cosas y de la utilización de las herramientas disponibles, es decir las “innovaciones tecnológicas”.
Es claro que el principal objetivo de la innovación es incrementar la competitividad de las empresas y en México tenemos un claro ejemplo de la creación de una Secretaría de Estado que impulsa programas de investigación, innovación y desarrollo. Es importante el apoyo del gobierno en este sentido, otorgando incentivos fiscales a empresas que dediquen recursos a la innovación, y que utilicen dicha innovación para la creación de nuevas tecnologías, nuevos productos y nuevos servicios.
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